Cuándo comenzó la cuarentena lo primero que dejé de hacer fueron mis clases presenciales, en ese momento había logrado conseguir muchos de mis objetivos.
Las impartía en un polideportivo, un colegio, un centro de relax, en una comunidad de vecinos.
Hacía eventos en centros comerciales y lo que más me había costado conseguir, por fin daba clases en una gran empresa.
Tenía todo lo que necesitaba en ese momento para sentirme realizada.
Recuerdo como si fuese ayer las últimas clases presenciales que di, en cada lugar, el viernes había ido a la empresa, estaban todos muy contentos.
El fin de semana tuve un evento de yoga para niños que salió fenomenal, el lunes, cuando avisaron que los coles cerraban el miércoles, me enteré de la noticia en plena clase de yoga, ya que mi móvil no dejaba de recibir mensajes.
Justo en la relajación fui a ver que estaba sucediendo, no me lo podía creer.
El martes cancelé las clases en la urbanización, me daba cosa que pasara algo, se estaba poniendo todo un poco feo, ese mismo martes di mi última clase en el colegio, era yoga para familias, recuerdo que solo fueron una mamá y su hija (supongo que el resto tenía miedo).
Ese fue el último día que trabajé.
En ese momento me vino todo muy grande, reconozco que me quedé en shock no supe reaccionar, me vi de un día para otro sin nada.
Mucha gente lo hizo muy rápido y se subió a la ola de las clases online, de los retos y demás.
Yo no, me costó más de un mes y medio centrarme para ver qué posibilidades podía tener mi trabajo ahora.
Agradezco muchísimo a mis alumnas de la urbanización lo que se volcaron en mí, animada por ellas empecé con las clases online, aunque al principio lo hacía un poco por sentirme útil al final estaba encantada con ellas.
He de reconocer que cuando empecé tardé en cogerle el gusto, me parecían un poco raras, no poder tocar, corregir, sentir la energía de las personas, también supongo que estaba adaptándome a algo nuevo.
De hecho perdí un montón de alumnas que a día de hoy tampoco quieren hacer este tipo de clases.
Pero con el tiempo he visto que tiene un montón de posibilidades,conectar desde cualquier punto del planeta, se puede corregir sin problema, he logrado sentir la energía de mis alumnas y su agradecimiento después de cada práctica solo viendo sus caras al salir de Savasana.
Entiendo que para muchas personas les resulte aún difícil entender este tipo de clases, pero por mi experiencia, veo la gratitud, los avances, el crecimiento de mis alumnas.
Me siento muy orgullosa de aportar con un pequeño granito de arena a mejorar sus vidas o al menos es lo que intento con cada clase.
Os animo a probarlas y sentir los beneficios que el yoga puede traer a vuestras vidas.
Os animo a probarlas y sentir los beneficios que el yoga puede traer a vuestras vidas.
Quiero agradecer a todas mis chicas (ellas saben quiénes son) por apoyarme en este año tan duro y ser una parte tan importante de mi vida.
Os estaré agradecida siempre por darme la oportunidad de crecer en otro ámbito y confiar en mí.
Cada vez más se prescribe el Yoga como una práctica que beneficia la salud. Desde el punto de vista físico, por medio de esta disciplina se puede mejorar la estabilidad, movilidad, flexibilidad, balance del sistema musculoesquelético incluyendo la columna vertebral y además, se puede practicar a todas las edades.
Si tomamos consciencia de que la columna vertebral es el eje de la salud y laserenidad, podremos establecer la importancia que tiene el trabajo de movilizar cada vértebra y cada área de la espina dorsal en una sesión de Yoga.
La columna vertebral
Tiene una forma que es producto del estado erguido del ser humano y del contenido del cuerpo.
Los órganos de la cavidad abdominal
El punto de sujeción del diafragma
Los órganos del tórax
La conexión del tronco con la cabeza
Además de toda la movilidad para la que estamos diseñados, incluyendo la proyección hacialas piernas y los brazos.
Formas de nuestra columna
En una línea recta en el centro desde un extremo hacia el otro, es el dibujonatural de la columna vertebral, es importantísimo mantenerlo en sus proporciones naturales, ya que al profundizarse o modificarse se desarmonizará todo el organismo.
Está compuesta de treinta y tres vértebras, cubre toda la longitud de la parte posterior del tronco y el cuello.
Contiene la médula espinal y es atravesada por el sistema nervioso central.
Movimientos de la columna en Yoga
Flexión
Favorece la flexibilización hacia adelante y alivia la tensión de la misma.
Extensión
Fortalece y flexibiliza la columna hacia atrás, estimulando los filamentos nerviosos que salen de ella.
Torsión
Energiza la columna vertebral y ayuda a beneficiar las vértebras de la misma.
Lateralizaciones
Favorecen la flexibilidad lateral, estimulan por comprensión y descompresión los nervios de la columna.
Teniendo en cuenta todo esto el trabajo de los movimientos sobre la columna está siempre presente y ocupa un espacio preponderante en la práctica del yoga.
La realización de movimientos de calentamiento, flexiones, extensiones y torsiones suaves e intensas siempre están combinados y forman parte de una sesión completa de Yoga.
Bien entonces tomando en cuenta que nuestra columna vertebral es el eje de nuestro cuerpo y el que nos permite realizar movimientos vitales para el desarrollo de nuestra vida y teniendo en cuenta que es la protección ósea de nuestra medula espinal y el segmento básico de nuestra postura erguida, es de vital importancia su salud.
Yoga y los beneficios sobre nuestra columna
La lubricación de los discos intervertebrales, al igual que el alivio de la tensión que se produce entre las vértebras, ayudan a liberar la presión sobre las terminales nerviosas que salen desde el centro espinal por entre las vértebras hacia los lados. Esta liberación de la presión provoca una notable mejoría en el funcionamiento de los órganos, en dolencias como, por ejemplo, las tendinitis o el mal funcionamiento de los órganos del aparato digestivo y cambia fuertemente las condiciones del descanso del practicante.
El entrenamiento que se realiza para activar el cuerpo, la entrada en calor previa siempre incluye una etapa de extensión, flexión, lateralizaciones y torsiones de la columna, ya que todo lo demás carecería del sentido del equilibrio que siempre busca esta disciplina.
Teniendo en cuenta las diferentes patologías a las que queda expuesta nuestra columna vertebral, y todos los movimientos que esta nos permite, podemos concluir que una clase de Yoga puede estar organizada para alcanzar diferentes objetivos.
Cuidémosla
Los típicos dolores abdominales, la disfunción de sus órganos, la irritabilidad emocional, la falta de ganas de movernos o realizar tareas, enfermedades simples como resfriados que se vuelven recurrentes, que no se curan con normalidad pueden ser el primer llamado de atención de que nuestra columna vertebral necesita ser cuidada y entrenada.
Desplazamientos o hernias discales, lumbares o cervicales, dolores fuertes en un determinado punto de la espalda, el pecho o el abdomen, tristeza y hasta depresión o estrés, son la profundización de los primeros síntomas que comienzan a manifestarse más fuertemente en nuestro organismo.
Centros energéticos
A su vez como todo nuestro sistema energético acompaña el recorrido completo de la columna vertebral, estas anomalíasmodifican el equilibrio de cada Chakra (centro energético) y el flujo de energía entre ellos.
Y, a la inversa, los conflictos o traumas emocionales energéticos sin resolver, se alojan en determinados centros de energía creando una dolencia particular en alguna parte del cuerpo que termina desalineando y enfermando nuestra columna.
Cuando conseguimos un estado saludable en nuestra columna vertebral conseguiremos también liberar los conflictos alojados en determinados puntos de su recorrido.
Si conseguimos que esta estructura esté alineada, fuerte y flexible las funciones orgánicas y energéticas de nuestro cuerpo serán normales, el sistema nervioso no se alterará con facilidad, nuestro sistema inmune responderá óptimamente, la sensación general que tendremos en nuestro cuerpo nos ayudará a realizar nuestras actividades con una mejor predisposición y estado de ánimo, permitiéndonos mejores resultados.
Practica YOGA
Las técnicas del Yoga como terapia psicofísica-espiritual, ayudan a prevenir, mejorar diferentes patologías y es capaz de trabajar en conjunto con el medico correspondiente. El practicante comienza a tener conciencia de su cuerpo y logra estar atento en la vida cotidiana para adoptar una postura benéfica acompañada de la respiración correcta y así alcanzar un estado de contentamiento.
También es importante que al prescribir el Yoga los médicos deben tomar en cuenta la calidad ósea y advertir a los pacientes que presentan una densidad baja no realizar ejercicios de mucho esfuerzo y abstenerse de ciertas posturas. Al igual que cualquier ejercicio que se prescriba debe tomarse en cuenta el estado físico del practicante.
Podríamos decir que la edad de una persona se podría medir por el estado de salud de su columna.
La espina dorsal es el rio de la vida, por ella pasa el canal principal del sistema nervioso, que se ramifica a todos los rincones de nuestro cuerpo. Es un canal de conexión Mente-Cuerpo-Espíritu tanto para mandar las instrucciones del movimiento, como para recibir las sensaciones del exterior , además de conectarnos con las zonas mas profundas de nuestro cuerpo orgánico y energético. Definitivamente toda la energía de nuestra persona pasa por la columna y es importante cuidar de ella para mantenerla elástica y joven.
Trabajando correctamente las Asanas de Yoga se puede prevenir su envejecimiento y corregir desviaciones, pinzamientos, hernias discales, además de canalizar la Energía vital hacia aquellas partes de nuestro ser que más lo necesitan.
“Recorrer el cuerpo para modificarlo y desestructurarlo por completo es un concepto muy arraigado en el Yoga terapéutico y es, quizá, uno de sus pilares principales de cara a la recuperación de la correcta postura, alineación y sanación de la columna vertebral.”
Quería agradecer a Carolina por hacernos entender un poquito más los beneficios del Yoga y cómo afecta a nuestra columna.
También a Anika de @depuntillasporelarte por dejarme utilizar sus ilustraciones, mil gracias.
Cuando decidimos apuntarnos a clases de yoga, hay que tener muy claro lo que vamos a necesitar.
Esterilla
Sin ella no podremos realizarlo bien, he llegado a ver a alumnos que han practicado en el suelo o con una alfombra y me parece una auténtica locura, eso si, te aconsejo que antes de comprar una la pruebes.
Lo principal que tienes que observar es que no resbale, si realizas yoga sobre una esterilla en la que te escurres vas a estar más pendiente de no caerte que de la clase y vas a perder la esencia de la misma.
Os aconsejo una que contenga caucho, son las que más agarre poseen.
A continuación os hablaré sobre los diferentes soportes que podemos utilizar y en que nos beneficiarán para que nuestra práctica sea más segura.
Soportes
1. Bloques
Nos ayudan mucho a realizar las asanas, puede que no llegues bien al suelo o que necesites al estar sentado bajar más las rodillas, o mantener la espalda más recta, para eso los bloques son tu mejor aliado.
Yo me decantaría por unos que no sean demasiado duros, ya que resultan más incómodos. Aunque todo va en gustos.
2. Cinturón
Este accesorio es, bajo mi punto de vista, de los más importantes.
Te ayudará a llegar donde tus brazos no alcanzan, lo puedes utilizar en las torsiones, las flexiones y también en las inversiones (en la vela, por ejemplo, úsalo para atarte los brazos, de esta forma no se separarán los codos y así la realizaras más horizontal y con más seguridad).
3. Zafu
Este soporte se utiliza para sentarte sobre él en la meditación, lo puedes colocar en las lumbares en ciertas posturas e incluso a modo de cojín en las diferentes relajaciones que hay en una clase.
4. Rueda de Yoga
Es uno de los que menos se suelen utilizar, pero si quieres probar cosas nuevas, este es el soporte ideal, es flexible y muy recomendable en las extensiones de columna, también podemos usarlo para los equilibrios.
5. Banco de Yoga
Puede que sea de los menos conocidos, pero ahora se encuentra en auge, si tienes lesiones en las cervicales y te apasiona hacer invertidas, con el banco las harás sin miedo a lesionarte. También nos ayudará a fortalecer el abdomen.
6. Manta
Pensarás que este soporte no es muy necesario, estás equivocado, nos va a proteger si tenemos alguna lesión para que el impacto no sea tan fuerte en nuestra columna y por supuesto nos ayudará a no perder calor, mientras hacemos la relajación final.
Para mí, son muy necesarios, lo principal siempre es realizar la clase con seguridad y con ellos lo haremos de la mejor manera posible, no tengas vergüenza de usarlos.
Os dejo los enlaces en las fotos por si queréis investigar más sobre los accesorios de yoga.
Se trata de una asana de extensión de columna, esto quiere decir que hacemos una inclinación hacia atrásde nuestro cuerpo, su objetivo es estirar las dorsales altas, elevar el pecho y abrirlo.
En esta posición lo que más sufre de nuestra columna son las lumbares, empujaremos el coxis hacia el suelo para evitar hacernos daño.
Aunque también debemos de cuidar las cervicales, ya que cuando la realizamos solemos subir los hombros hacia arriba y esto puede causarnos una contractura en las cervicales.
Bhujangasana es una de las posturas más practicadas en yoga, es parte del saludo al sol (Surya Namaskar) y de la serie Rishikesh, por lo tanto es importante que la realicemos de forma segura, en este artículo os doy los 7 mejores tipspara realizarla bien y evitar lesiones.
1. Piernas juntas
Como ya he explicado más arriba, es importante salvaguardar nuestraslumbares en esta asana, para ello tenemos que colocar las piernas juntas, haciendo fuerza hacia atrás y abajo.
2. Coxis activo
Igual de importante que mantener las piernas juntas es activar nuestro coxis, la forma de hacerlo es empujándolo hacia el suelo. Así las lumbares seguirán estando protegidas.
Un error muy común es al preparar el coxis, activar también los glúteos, esto no sería correcto, ya que de esta forma sí que podemos hacer daño a la zona lumbar.
3. Manos debajo de los hombros
Para realizarla bien, antes de subir, tenemos que colocarlas con las palmas abiertas debajo de los hombros, de esta manera nos aseguramos una correcta ejecución de la asana.
4. Codos pegados a nuestro cuerpo
Después de colocar las manos y siempre antes de elevarnos, tenemos que acercar los codos al tronco, en este momento ya estamos casi listos para subir, solo nos queda apoyar la frente o el mentón (cómo más cómodo te encuentres) en la esterilla y con la siguiente inhalación entrar en la postura.
5. Hombros relajados
Una vez que subimos inspirando elevamos la cabeza, el pecho y el abdomen, vamos a ir estirando los brazos dependiendo de la flexibilidad de nuestra columna.
En este punto tenemos que mantener los hombros relajados, ya que si los subimos hacia las orejas podemos hacernos daño en las cervicales.
6. Respiración
Es importante inhalar al comenzar y mantener la respiración durante la misma, la haremos muy controlada y pausada.
Siempre deshacemos en cuanto no nos encontremos a gusto haciéndola, aunque la podemos aguantar unas 10 respiraciones completas (inspirado y expirando llenado bien el abdomen).
Al pasar este tiempo vamos a deshacer exhalando.
7. Advasana
Es muy importante después de realizar una asana de extensión relajar la zona lumbar, ya que es la que más puede sufrir con este tipo de posturas.
Para ello podemos realizar Advasana, al terminar la cobra, colocamos una mano encima de la otra, apoyamos la frente o la mejilla sobre ellas, después juntamos los dedos gordos de los pies y llevamos los talones hacia los lados.
En esta postura podemos aprovechar para ser conscientes de nuestra respiración, ya que al estar tumbados boca abajo es más fácil sentirla y conseguirá relajarnos.
En yoga siempre podemos realizar asanas alternativas para que todas las personas puedan obtener sus beneficios
Sustituciones de Bhujangasana
Dolencias lumbares
Si tenemos alguna molestia o lesión lumbar, podemos hacer Ardha Bhujangasana (la esfinge), nos colocamos igual que para la cobra, las piernas juntas, activando la fuerza hacia atrás y abajo, coxis empujando al suelo.
La diferencia llega aquí, colocamos las manos a la altura de la cabeza, inhalamos, subimos la columna con los antebrazos apoyados en el suelo, los codos tienen que estar justo debajo de nuestros hombros.
Mirada al frente, respiramos con pausa, calma, deshacemos exhalando,doblando los codos y bajando la cabeza a la esterilla.
Embarazo
Si estamos embarazadas no vamos a tumbarnos boca abajo, en este caso nos colocaremos en cuatro apoyos (manos, rodillas y deditos de los pies) y vamos a ir moviendo la columna con la ayuda de nuestra respiración (Bidalasana – Bitilasana o Gato vaca).
Inhalamos, bajamos la zona lumbar, isquiones al cielo cabeza mirando hacia delante, al exhalar hacemos el movimiento contrario, elevamos la zona dorsal, metemos la cabeza para intentar mirar el ombligo.
Este movimiento es muy beneficioso para la salud de nuestra columna.